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Daddy Yankee y su reguetón del divorcio millonario

¡Válgame, Dios! Nuestro querido Daddy Yankee, el rey del reguetón anda metido en tremendo embrollo, y no precisamente por andar bailando “Gasolina”. Resulta que el compadre está en pleno divorcio con Mireddys González, su esposa de toda la vida, y no cualquier divorcio, ¡uno con demandas, abogados y 100 millones de dólares flotando por ahí! Ya quisiera uno divorcios tan animados, ¿no?

Pues qué creen, mis queridos lectores: la señora Mireddys y su hermana Ayeicha, según los abogados del cantante, hicieron unas transferencias millonarias de las cuentas corporativas de Daddy Yankee, y el buen Ramón Luis Ayala —que así se llama el reguetonero cuando no está en el escenario— ni enterado. ¡Si esto no es un capítulo de “¡La Rosa de Guadalupe”, no sé qué lo sea!

Daddy Yankee y su reguetón del divorcio millonario

Pero eso no es todo, ¡aguas con lo que viene! Daddy Yankee llegó al tribunal con la misma elegancia con la que cantaba “Rompe”, todo vestido de negro, como si fuera a un velorio… ¿O era una declaración de luto por sus millones? Dijo que todo lo ha llevado con mucha paz y tranquilidad. Yo digo que, si con “paz” se refiere a perder 100 millones, entonces tengo que replantearme lo que entiendo por tranquilidad.

Daddy Yankee y su reguetón del divorcio millonario

Eso sí, el juez dijo que a partir de ahora ni Mireddys ni su hermana podrán mover un centavo de las empresas de Daddy Yankee. Ya ven que la “Gasolina” está cara, pero a 100 millones el tanque, ¡ni la Fórmula 1! Además, el buen Daddy va a tener que presentar informes financieros mensuales. A mí eso de los informes me suena más a castigo escolar que a negocio de reguetón.

Y claro, Daddy Yankee, como el caballero que es, pidió respeto para la señora González. “Soy un hombre de respeto”, dijo. Pues sí, mi rey, pero el respeto va de la mano de mantener el control de tus millones, ¿o no? En fin, este divorcio parece que será más largo que el remix de “Dura”. Por ahora, solo queda esperar a ver quién se lleva el trofeo: ¿Daddy Yankee, Mireddys o los abogados? ¡Que siga el reguetón!