
ACCESO AL VITAL LÍQUIDO| Programa enseña a los niños a tomar agua del grifo. (Foto/ EFE)
ESTUDIO REVELA QUE LAS ESCUELAS DEBEN PROMOVER Y FACILITAR EL INGERIR AGUA.
Redacción El Comercio de Colorado
El consumo de agua y el acceso a ese líquido en las escuelas previenen el aumento del sobrepeso entre los menores, según un estudio realizado a alumnos de familias de bajos ingresos y étnicamente diversos de primarias en California. A los 15 meses los estudiantes analizados tuvieron cambios significativamente menores en la prevalencia del sobrepeso en comparación con aquellos fuera de esta campaña.
Sin embargo, la intervención no tuvo efectos sobre la prevalencia de la obesidad. El estudio, publicado en la revista Pediatrics, “evaluó impacto sobre el exceso de peso de un acceso mayor al agua fresca para los niños en la escuela donde pasan mucho tiempo”, explicó Anisha Patel del Departamento de Pediatría de la Universidad Stanford, en Palo Alto, California. “Esto comprendió el consumo de agua y hábitos más saludables en lo que beben los niños”, expuso.
La investigación buscaba reducir el número de estudiantes que cumplen los criterios del sobrepeso, que es un precursor de la obesidad. El programa, desarrollado por promotores de salud, funcionarios estatales, escuelas, padres de familia y maestros, incluyó la instalación de bebederos en los planteles y un programa educativo sobre los beneficios de beber agua, así como la distribución de materiales de refuerzo para instruir a los padres en la materia.
Tomar agua del grifo
Los bebederos fueron instalados en patios de juego, áreas de más tránsito y cafeterías, donde también había vasos disponibles, y la promoción en toda la escuela incluyó una asamblea para el lanzamiento del programa y pequeños premios para los estudiantes a quienes se les vio bebiendo agua en el almuerzo. Los escolares recibieron ocho lecciones de quince minutos en las aulas con tareas en casa relacionadas con los beneficios del consumo de agua.
“Esto es muy relevante para las familias latinas. El 63 por ciento de los escolares estudiados eran latinos y el programa se adaptó culturalmente para esta población, con todos los materiales en español e inglés”, enfatizó Patel. Apuntó que las familias inmigrantes y de bajos ingresos “trabajan duro, a menudo tienen dos empleos, y es difícil mantener las prácticas tradicionales en que los abuelos u otros parientes ayudaban en la preparación de las comidas”.
“Otro aspecto es que aquí somos mucho más sedentarios. No caminamos, pasamos mucho tiempo ante la computadora o mirando la televisión. La gente que viene de otros países a veces no tiene confianza en el agua del grifo. Nosotros probamos el agua para mostrarles que es segura. Y se colocaron bebederos en las escuelas o se les dieron botellas de agua a los niños”, explicó la investigadora.
Impacto en los hispanos
El artículo en la revista de la Academia Estadounidense de Pediatría señaló que el sobrepeso en la infancia aumenta la probabilidad de que continúe en la vida adulta, con riesgos significativos de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la concentración elevada de grasas en la sangre y la hipertensión. Casi uno de cada tres niños en Estados Unidos cumplía con los criterios de sobrepeso u obesidad antes de la pandemia de la covid-19.
Las tasas se han incrementado. Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la prevalencia de la obesidad es del 22 por ciento entre los niños hispanos, de 20,8 por ciento entre los afroamericanos y 31,2 por ciento de los nativos americanos, muy por encima del 15,8 por ciento de los niños blancos y el 12,8 por ciento en los asiáticos. El estudio concluye que el consumo de agua previene el sobrepeso en niños de hogares con ingresos bajos.
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