USA 94: antes y después en la vida de Maradona -

ÚLTIMO JUEGO EN UN MUNDIAL| Maradona dejó la cancha del Foxboro Stadium de Boston el 21 de junio de 1994. (Fotos/EFE)

Por Abel Flores @amantesdeldeporte2020

En 1991, Diego Armando Maradona tuvo su primer gran escándalo deportivo al dar positivo en un test antidoping en la Serie A cuando jugaba en el Nápoles. Fue suspendido por 15 meses. Sin embargo en el Mundial de USA 94 fue donde ocurrió el suceso más trascendental que marcó su vida pública.

En pleno campeonato del mundo dio positivo luego del partido contra Nigeria en fase de grupos, lo suspendieron 15 meses otra vez. Pero prácticamente este suceso lo alejó de dos de las cosas más importantes de su vida. Nunca más jugó oficialmente con la albiceleste y se opacó su honor deportivo.

A partir de USA 94

¿Qué cambió en su vida después de USA 94? Muchas cosas, de hecho. Una fue que nunca le perdonó a EEUU, según allegados a su entorno que conocían su pensar, que se le utilizara mediáticamente como conejillo de indias en la guerra contra el narcotráfico que la DEA enfrentaba en el entonces contra los carteles colombianos.

USA 94 antes y después en la vida de Maradona

Su suspensión en 1991 fue por consumo de cocaína. Mientras, en USA 94 , fue sancionada por consumo de cinco medicamentos prohibidos. Maradona alegó que solo había consumido antigripales. “El Diego de la gente” siempre fue un hombre rebelde ante el “establishment”; pero después de USA 94 Maradona empezó a odiar a EEUU.

Su resentimiento fue tan grande que prácticamente nunca más volvió a pisar suelo estadounidense. Nació un sentimiento ilógico, pero emocional, en Diego de antiimperialismo y anticapitalismo que fue muchas veces utilizado y manipulado por personajes de la izquierda latinoamericana.

A Maradona realmente nunca le importó lo que dijeran de él fuera de una cancha de fútbol. Él nunca supo vivir sin el fútbol. Para las personas que no aman el balompié es entendible la intrascendencia y mal ejemplo de vida de Maradona.

El D10S pecador

A pesar de ser considerado una deidad en el fútbol era un pecador, uno más, entre los hombres. Maradona nunca supo lidiar con la fama y aparentemente nunca contó con la ayuda de verdaderos amigos sino que se aprovecharon de su fama y su pensar, porque lo que le sobraba en sus piernas le escaseaba en su lengua.

Para reconocer la grandeza de Diego hay que encerrarlo en una cancha de fútbol, porque en su vida pública, con tanta fama y dinero, nunca fue realmente feliz. Nunca consiguió su norte extra futbolístico y por eso muchas veces intentó, aunque lamentablemente sin fortuna, reivindicarse.

Hasta el día de su muerte el 25 de noviembre de 2020 estuvo ligado al fútbol como entrenador del Club Gimnasia y Esgrima La Plata. La zurda de Maradona es considerada la mejor pierna de la historia del fútbol. Nadie, ni siquiera Messi, ha tenido tanto talento en una zurda.

Lo que hizo Diego técnicamente al patear un balón con borde interno, externo, con potencia, colocado, pisando, controlando, pateando templado y apuntando reiteradamente ante el travesaño solo para divertir al público es algo tan, pero tan grande para los que aman al fútbol, que nada en su polémica y, por momentos, infeliz vida podrá borrar su legado con el balón.

Maradona es el futbolista más talentoso de la historia. ¿El número 1? Ese es otro debate, donde él sin duda está entre los candidatos.

“Me cortaron las piernas”

Muchos consideran que la más famosa frase de Maradona fue la que pronunció en medio del Mundial de Estados Unidos de 1994. Una vez que fue realizada la prueba antidoping y luego de ser suspendido del torneo, Maradona dijo: “No me drogué. Me cortaron las piernas”, declaró el 10.

Testimonio de un testigo

El médico de la selección argentina, Roberto Peidró, recuerda aquella tarde del triunfo de Argentina ante Nigeria que terminó en tragedia. “Él la tomó de la mano a ella [a la enfermera] y no al revés. Estaba tan feliz que fueron hasta donde estaba él. Hacía chistes, estaba perfecto, al punto que cuando fuimos al antidoping, se encontró con el rival que lo había marcado y el tipo quería un autógrafo a toda costa y Diego le repetía: “Sos un perro, sos un perro. Guau, guau”, contó Peidró.

Y continuó, “no tenía ni idea que podía dar positivo, porque no había tomado nada a conciencia. Se lo habían dado… Se le acabaron los aminoácidos que había llevado desde acá [Argentina] y compraron allá [Estados Unidos]. Con la diferencia que en Estados Unidos tienen efedrina. Fue exactamente eso. Vi detalladamente el análisis. Por eso cuando dicen que había consumido un cóctel de efedrina, es una guachada [acción ilegal] . Nada que ver”.