Por El Entrometido
¡Ay, caray! Uno pensaría que después de tantos años en la política, el equipo de Donald Trump tendría un poco más de maña. Pero no, parece que les hace falta sintonizar un poquito la televisión latina y, más específicamente, un show de esos que mueve montañas: “La Casa de los Famosos” de Telemundo. Ahí, amigos míos, fue donde la celebridad puertorriqueña Maripily Rivera, conocida como “El Huracán Boricua”, arrasó con el apoyo de millones de votos boricuas. Sí, ¡millones!
Y es que, queridos lectores, los puertorriqueños saben organizarse y hacerse sentir, ya sea en la tele o en la política. Pero al parecer, los asesores de Trump no captaron esa lección. A ver, si alguien se hubiera tomado el tiempo de estudiar ese fenómeno mediático, tal vez habrían pensado dos veces antes de permitir que el comediante Tony Hinchcliffe dijera en un mitin en Nueva York, ¡sí, en la ciudad con más de un millón de boricuas!, que Puerto Rico es “una isla flotante de basura”.
¡Uuuf! Eso es como meterse con la abuelita de alguien en plena cena de Navidad, ¿me entienden? Ahora, que no se me da mucho eso de la política, pero hasta yo sé que ofender a la comunidad puertorriqueña en plena temporada electoral no es la jugada más brillante. Dicen por ahí los expertos que atacar a la isla puede enfurecer a más de medio millón de votantes puertorriqueños en Pensilvania, un estado clave en la elección. Y si algo sé yo, El Entrometido, es que el orgullo boricua no se toma a la ligera.
Pero, regresando a lo que me compete, el poder puertorriqueño en las urnas no es ningún chiste. Si Maripily pudo sobrevivir ocho nominaciones y salir triunfadora gracias al voto del público, ¿qué creen que va a pasar cuando los boricuas vayan a votar? Eso va a ser otro huracán, y ya tiene nombre: Kamala. Y no solo es Maripily la que desata pasiones. Toda la farándula puertorriqueña se ha unido en indignación. Ahí está Marc Anthony, quien no se queda callado, y Bad Bunny, que por primera vez en su vida mostró un poco de simpatía política al apoyar a Kamala.
Incluso Nicky Jam, que antes era fan de Trump, le retiró su apoyo. Luis Fonsi, JLo y Ricky Martin también dejaron claro que el respeto a su isla es sagrado. Pero la joya de los comentarios se la lleva Lin-Manuel Miranda, quien dijo con toda razón que Trump lleva años insultando a la isla, y no le sorprende que no pida disculpas. Ahí tienen, el huracán puertorriqueño está más que listo para arrasar. Y si algo he aprendido es esto: cuando los boricuas se unen, ni el mismísimo Trump puede con ellos.
¡Así que aguas, asesores de Trump! No subestimen el poder de una isla que, con un huracán llamado Maripily, ya demostró que puede hacer temblar a cualquiera. Y ahora, Kamala Harris está lista para cabalgar esa ola. ¡Ándale pues, que el huracán boricua está por desatarse! En mi próxima columna los voy a poder al dia sobre el nuevo capítulo de la telenovela en curso. Me refiera a la de Angelita, Christian, y Cazzu. Mientras, les deseo que pasen tranquilidad el fin de semana comiendito pan de muerto.
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