Obispo católico sigue secuestrado por Ortega

Obispo católico sigue secuestrado por Ortega

IGLESIA BAJO ATAQUE| La comunidad católica representa un 58,5 por ciento de los 6,6 millones de habitantes de Nicaragua. (Foto/EFE)

RÉGIMEN NICARAGUENSE ARRECIA PERSECUSIÓN A LA IGLESIA

Redacción El Comercio de Colorado

El obispo nicaragüense Rolando Álvarez, crítico hacia el Gobierno del presidente Daniel Ortega, sigue en arresto domiciliario, en Managua, sin que hasta ahora se le hayan formulado cargos. Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, fue sustraído la madrugada viernes 19 de agosto por agentes policiales del palacio episcopal provincial junto con cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo, después de haber estado 15 días confinados.

La Policía Nacional, que dirige Francisco Díaz, consuegro del presidente Ortega, acusa al alto jerarca de intentar “organizar grupos violentos”, supuestamente “con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”, aunque de momento no han ofrecido pruebas. Álvarez, próximo a cumplir 56 años, es el primer obispo arrestado desde que el sandinista Ortega retornó al poder en Nicaragua en 2007 tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990.

Deterioro físico

El cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes, quien visitó a Álvarez en su residencia en Managua, donde se encuentra recluido, afirmó que lo vio “desmejorado”. “Si bien su condición física está desmejorada, su ánimo y espíritu están fuertes”, aseguró el también arzobispo de Managua el mismo día en que Álvarez fue trasladado a la capital. El papa Francisco expresó el su preocupación y dolor por la situación en Nicaragua y pidió “un diálogo abierto y sincero” para que “se puedan encontrar la bases para una convivencia respetuosa y pacífica”.

El papa Francisco, expresó ese comentario en su llamado al final del rezo del ángelus en la Plaza de San Pedro, pero no hizo referencia al arresto del obispo Álvarez. El Gobierno sandinista no se ha referido a ese ofrecimiento de Francisco, sin embargo, a través de su embajada en Londres, ha compartido un artículo titulado “Un obispo de Nicaragua está de rodillas, pero no para pedir perdón”. En el artículo, Magda Lanuza segura que “Álvarez estuvo involucrado en el violento intento de golpe de Estado en Nicaragua en 2018”.

Es secuestro no arresto domiciliario

De esa forma, Lanuza subscribe las tesis de Ortega calificando como intento de golpe a una revuelta popular que estalló en 2018 por unas controvertidas reformas a la seguridad social. Esa revuelta popular fue aplastada a la fuerza. Esos incidentes dejaron más de 600 civiles muertos a manos de las fuerzas represivas del régimen de Ortega. Unas 4 mil personas han sido llevadas ante la justicia luego de haber si acusados de terroristas y traidores a la patria por haberse sumados a aquellas protestas pacíficas.

Obispo católico sigue secuestrado por Ortega

Por su lado, el abogado nicaragüense exiliado Yader Morazán explicó que el obispo Álvarez “no está en casa por cárcel, ni en resguardo domiciliar”, como lo ha definido la Policía Nacional, se trata de un “secuestro”. “Su secuestro se computa desde el 04 de agosto y no desde que fue trasladado forzosamente y que ahora esa ilegalidad trasciende a otros familiares ajenos a su causa”, anotó Morazán, especialista en administración de justicia y derechos humanos con enfoque de género y exfuncionario del Poder Judicial, en Twitter.

Sandinistas-Iglesia: un año convulso

El arresto del obispo Álvarez es el capítulo más reciente de un último año especialmente convulso para la Iglesia católica de Nicaragua con el Gobierno de Ortega, quien ha tildado de “golpistas” y “terroristas” a los jerarcas. Este año, el Gobierno sandinista expulsó del país al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag y a 18 monjas de la orden Misioneras de la Caridad, fundada por la Madre Teresa de Calcuta.

También han llevado a prisión a siete sacerdotes, cerrado nueve estaciones de radio católicas y sacado de la programación de la televisión por suscripción a tres canales católicos. La Policía también ha ingresado por la fuerza y allanado una parroquia, impedido a los feligreses recibir la eucaristía dentro del templo y sitiado a otros sacerdotes en sus iglesias. Igualmente, prohibió a la arquidiócesis de Managua la procesión con la imagen peregrina de la virgen de Fátima.

Entrevista

Conversamos con Juan Carlos Ampié, periodista nicaraguence.


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