MOMENTO DIFÍCIL| La ministra episcopaliana Mariann Edgar Budde le habla a Trump, Vance y sus familias. (Fotos/X)
TRUMP Y VANCE SALIERON REGAÑADOS POR LA LÍDER RELIGIOSA.
Redacción El Comercio de Colorado
En un momento solemne pero impactante durante un servicio interreligioso en la Catedral Nacional de Washington, la obispa episcopaliana Mariann Edgar Budde hizo un llamado contundente a la compasión y la justicia. El servicio, que marcó el cierre de los eventos de la investidura del presidente Donald Trump, tomó un giro inesperado cuando Budde se dirigió directamente al presidente, al vicepresidente JD Vance y a sus familias.
Desde la primera fila, Trump y Vance escucharon mientras Budde pedía “misericordia” hacia las comunidades más vulnerables, incluidos los miembros de la comunidad LGBTQ+ y los inmigrantes indocumentados. “Tengan misericordia de aquellos que recogen nuestras cosechas y limpian nuestras oficinas; los que lavan platos en los restaurantes o trabajan turnos nocturnos en los hospitales”, imploró Budde, su voz resonando en la catedral.
Moral y ética
La obispa recordó a los presentes que “la gran mayoría de los inmigrantes no son criminales, sin importar su ciudadanía o estatus de documentación”. Sus palabras generaron una visible incomodidad en Vance, quien intercambió una mirada breve con Trump mientras el sermón continuaba. El mensaje de Budde destacó las responsabilidades morales y éticas del liderazgo, especialmente frente a políticas que podrían marginar a poblaciones vulnerables.
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