Mexicanos acusan negligencia en tragedia del metro

Mexicanos acusan negligencia en tragedia del metro

SE CUENTAN 25 FALLECIDOS Y 80 HERIDOS

Eduard Ribas i Admetlla / Agencia Efe

Operarios y peritos del Gobierno de Ciudad de México intensifican las labores para levantar los escombros del puente de la línea 12 del metro derrumbado. Mientras una mayoría de mexicanos opina que la tragedia se debió a una grave negligencia. “Mucha tristeza y coraje porque son cosas que se podían haber evitado. No fue una tragedia por cuestiones naturales, fue negligencia desde un principio”, dijo María Gómez, vecina de la zona que se acercó a observar el lugar del siniestro que se llevó la vida de al menos 25 personas y casi 80 heridos.

La tragedia ocurrió en la noche del lunes 3 de mayo cuando cedió una viga de un puente elevado de la línea 12, entre la estaciones Olivos y Tezonco, en el oriente de la capital. Esta falla de la estructura provocó la caída de un tren con pasajeros que quedó encallado en forma de “V”. Esa noche, familiares de las víctimas tuvieron que emprender un largo peregrinaje por las ruinas y los hospitales de la zona hasta encontrar a sus seres queridos en la morgue de la Fiscalía.

María no estuvo en ese tren de milagro. Ese día no había ido a trabajar porque le faltaban unos materiales y se quedó en casa. Desde allí escuchó un “ruido muy fuerte” y se fue la luz. “No es uno, son muchos los responsables de este hecho. Es es negligencia, porque esta línea desde un principio tuvo problemas y problemas”, opinó esta vecina. Como María, el 82,7 por ciento de los mexicanos considera que la tragedia del metro fue por una “negligencia” de las autoridades, según un sondeo divulgado por el Gabinete de Comunicación Estratégica.

Operarios y peritos del Gobierno de Ciudad de México intensifican las labores para levantar los escombros

Falla de la estructura

La línea 12 del metro, inaugurada en 2012 como la gran obra del entonces alcalde y actual secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, ha estado envuelta de polémica desde el principio. El tren acabó costando mucho más de lo que se había prometido y entre 2014 y 2015 se suspendieron parte de sus operaciones por numerosas fallas. De acuerdo con el sondeo, el 39,2 por ciento considera que el accidente fue por falta de mantenimiento, el 23 por ciento por problemas de construcción y el 17,9 por ciento por corrupción durante la construcción.

La opinión de los vecinos suele coincidir. Desde que fue inaugurado, el metro hacía frenadas extrañas, las vías rechinaban y había una curva muy peligrosa. Carlos Maínez, ingeniero civil y vecino de la zona, observaba las ruinas del accidente convencido de que hubo “una falla estructural en las vigas”. “Hay mucha distancia de columna a columna. Esa distancia me está diciendo que falló la viga, ganó el peso”, dijo este ingeniero, quien comentó que siempre ha habido corrupción en las obras públicas en México.

Después del accidente, muchos creen que quedaron hipotecadas las carreras políticas de Ebrard y de la actual alcaldesa capitalina, Claudia Sheinbaum, ambos favoritos para suceder al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Sheinbaum salió al paso y dijo “sería muy mezquino estar pensando en un asunto político en este momento. Nos corresponde atender a la ciudadanía”, dijo sobre un accidente por el que todavía hay 38 personas hospitalizadas. Por su parte, López Obrador pidió que “no se manipule” políticamente esta tragedia.

Una zona mal comunicada

En el lugar del accidente se encuentran trabajando peritos tanto de la Fiscalía como de la empresa noruega DNV, contratada por el Gobierno local para tener una opinión independiente de lo sucedido. Hasta la fecha solo se ha retirado el convoy, mientras los operarios esperan el visto bueno de los investigadores para cortar las vías y catenarias que quedaron colgando y retirar los escombros que aplastaron a vehículos que circulaban por el lugar.

Gabriel, un vecino de 18 años, estuvo a punto de pasar por la zona para ir al supermercado. “Diario yo lo tomaba para ir hasta el centro. Por eso me dolió, es el transporte que suelo usar”, contó. Como él, unas 220.000 personas iban a trabajar con la línea dorada, que conectaba los humildes barrios del sur con el centro de la capital. Al día siguiente del hecho, Gabriel tuvo que ir a trabajar en bicicleta, pues la línea quedó cerrada hasta nuevo aviso y el tráfico aumentó considerablemente en la zona por los cortes de calles.

La falta del tren urbano “va a ser una problemática” para la zona, opinó este vecino de la alcaldía Tláhuac, históricamente olvidada por las autoridades. Tan olvidada que nunca vio “que hubiera mantenimiento” en la línea 12. “Desde que fue el temblor (de 2017), las estructuras aquí quedaron afectadas y todo llevó a esto”, denunció.


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