Entendiendo el significado de ser latino en EEUU

COMENTARIO SOBRE LA OBRA TEATRAL TWENTY50

Por: Arturo García/ Artista plástico y escritor

La nieve nos hace lo que el viento a Juárez en la Ciudad de la Milla Alta. Aún con 15 pulgadas de nieve, abrigados hasta los oídos, muchos “denveritas” salimos a distintos destinos a ver algo, a buscar algo, a formar parte de algo. El Centro de las Artes Escénicas de Denver (DCPA) fue uno de esos concurridos destinos a donde muchos acudimos a encontrarnos con alguien, a ver algún musical u obra de teatro. Una de ellas fue la puesta en escena de Twenty50 de Tony Meneses.

Twenty50 (2050) es una obra que rasca la herida de lo que implica ser y entenderse latino en Estados Unidos. Aun cuando el personaje principal, Andrés Salazar, es mexicano de nacimiento, la nacionalidad pudiera ser cualquier otra, aunque no lograra la autenticidad por tratarse del país vecino a la nación más poderosa del mundo.

Twenty50 utiliza el tema de la política como señuelo para llevarnos al verdadero tema que es la ética humana en torno a la inmigración y al significado de ser americano. Si hay algo que a mí como espectador me parece cada vez más aburrido, son las dosis de moralina que se filtran en casi todos los medios informativos sociales y culturales, en un afán loco por educar y enseñar al público a como pensar o tomar ciertos asuntos irrumpiendo con la intuición, la cultura y la inteligencia misma.

Con honestidad

Twenty50 cuidó de no hacer eso a través de las distintas voces que le dieron vida a la obra. En vez, con una honestidad poco vista, le regala al público la capacidad de formar sus propios juicios y de sacar sus propias conclusiones con respecto a estos temas de interés para una comunidad multicultural.

Tony Meneses y Henry Godinez ganan mis aplausos por esto. Y claro, el gran elenco que entrega con una magnifica actuación dicha obra que aparte de entretener convida al público a reflexionar acerca de quienes y qué somos como sociedad y como seres humanos en un país cuyos pilares fueron erigidos por inmigrantes.

La trama de la obra no suena complicada pero para quienes hemos visto de cerca el fenómeno, las vicisitudes y las consecuencias de un sistema migratorio roto en un país que se dice de primer mundo, sí que lo es, ya que los elementos más fuertes son también los más vulnerables; estos incluyen la cultura, la identidad (o la falta de), la historia (la falsa y la verdadera), la inmigración (documentada e indocumentada), la política (la roja y la azul) y otros factores menos engañosos como el idioma o el color de la piel.

Dualidad

En el argumento y guion, Andrés, hijo de inmigrantes mexicanos campesinos tiene un ideal distinto al de su otro yo, Andrew, el político que busca un curul en el senado. Aunque ambos son el mismo Salazar, hay un conflicto entre la dualidad que lo constituye. Esta dualidad se pone a reto cuando Oscar, un inmigrante indocumentado aparece en su rancho y es capturado por los trabajadores mientras intenta vivir a escondidas alimentándose de los frutos que roba del huerto.

El punto de tensión muscular y falta de aliento llega cuando es descubierto el cuerpo de una niña seguido de la confesión de Oscar de haber sido él quien la mató. En fin, la obra bien mereció la pena de una ovación de pie y unos buenos minutos para la reflexión y el buen sabor de un trabajo bien entregado en materia de las artes escénicas.

Twenty50
Función especial de la obra
Jueves 20 de febrero
6:30pm

Denver Center for the Performing Arts (DCPA)

Space Theatre
14th and Curtis
Denver, CO 80204

www.denvercenter.org/tickets-events/twenty50/