Biden restringirá asilo para frenar ingreso irregular de migrantes

TRES FUNCIONARIOS GUBERNAMENTALES CONFIRMARON LA NOTICIA A NBC.

Redacción El Comercio de Colorado

La Administración Biden va a emitir un paquete de medidas para reducir el número de migrantes que cruzan la frontera suroeste de EE. UU. El avance de estas medidas fue confirmado por tres funcionarios gubernamentales al canal NBC. Estas medidas están siendo evaluadas una vez que el proyecto de ley sobre fronteras no avanzó en el congreso por la negative republicana para complacer a Donald Trump.

La primera medida sería el endurecer la entrevista inicial para solicitantes de asilo que llegan a la frontera. La nueva política elevaría los estándares que se utilizan en la entrevista de “miedo creíble”. Esta entrevista permite concluir a los funcionarios de inmigración en la frontera si el solicitante de asilo tiene un caso viable o no. En este escenario, estos funcionarios pasarían a tener un gran poder discrecional porque de ellos dependerá descartar las solicitudes de asilo.

Al mismo tiempo, el gobierno federal analiza algunas vías para proceder a deportar de forma expedita a quienes no cumplen con los criterios de asilo. Según la nueva orden ejecutiva, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) dará prioridad de deportación a los migrantes recién llegados que no cumplen con los requisitos para solicitar asilo. Esa política se base en el principio “el último en entrar, el primero en salir”, dijeron los funcionarios.

Órdenes ejecutivas y no legislación

La masiva llegada de migrantes por la frontera sur de EE. UU. se ha convertido nuevamente en uno de los principales temas de elecciones y ha enfrentado a estados dirigidos por republicanos con el Gobierno Biden. La batalla política llevó a los republicanos de la Cámara Baja a aprobar el someter al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, a un juicio político acusándolo de estar desatendiendo la frontera al no aplicar las leyes migratorias. 

La administración Biden recurre a órdenes ejecutivas después del fracaso en el Senado estadounidense de un proyecto de ley bipartidista que proponía cambios a las leyes de asilo de EE.UU. apoyados por la Casa Blanca. El proyecto de ley, que tardó meses en negociarse, no consiguió los 60 votos necesarios para pasar a debate a comienzo de febrero. La propuesta legislativa tampoco contaba con apoyo de los republicanos en la Cámara de Representantes.