Tradiciones oaxaqueñas en el Seminario San Andrés

ORGULLO OAXAQUEÑO| Eva Díaz y Annie Vargas lucen prendas que llegaron desde el Istmo de Tehuantepec. (Foto/ El Comercio de Colorado)

ALTARES, TAPETES DE ASERRÍN Y COMIDA TRADICIONAL

Redacción El Comercio de Colorado

Eva Díaz, junto a sus hijas Annie y Anne y su hermano José, crearon su altar del Día de los Muertos en el patio del Seminario San Andrés, en Denver. “Este es el homenaje a nuestros seres queridos que se han ido”, dijo Eva al señalarnos que la foto que se encuentra en el altar es la de un buen amigo que vivió en sus casa hasta morir.

El altar creado por Eva también representa una homenaje a las tradiciones de su ciudad natal. Ella proviene de Huatulco en el suroeste de Oaxaca. “Nuestra tradición es preparar los tamales de pollo con mole envueltos en hojas de plátano. Además, usamos estos vestidos que llevan bordados, todos hechos a mano”, indicó.

TAPETE| Creación del padre Enrique Romero.

Esta madre viajó en sus recuerdos. “Recuerdo cuando yo tenía cinco años. Esa fue la primera vez que fui con mi padre al campo a recoger las flores que habíamos sembrado y que iban a adornar nuestro altar. Con esas flores y con frutas de nuestros patio armábamos el arco de nuestro altar”, rememoró Eva.

ALTAR| Varias familias crearon sus altares para disfrute de la comunidad.

Altar hecho en familia

Las tradiciones que aprendió Eva en Oaxaca se las ha transmitido a sus hijas. “Armamos juntos este altar. Mi hija mayor se ha encargado de maquillarnos en la forma tradicional que acostumbrábamos en mi tierra”, contó Eva sobre el talento que ha desarrollado Annette para que su madre y su hermana disfruten las tradiciones. 

Foto No. 4NIÑOS | Los menores de la casa disfrutaron y aprendieron sobre la tradición. 

Creando los tapetes de aserrín

El padre Enrique Alvarado tiene una misión pastoral doble. Alvarado dirige el Seminario San Andrés. Al mismo tiempo fue el motor para celebrar el Día de los Muertos con las familias de su parroquia. Este sacerdote teatino además estuvo a cargo de la creación de un hermoso tapate de aserrín.

“Aprendí a crear los tapetes cuando me encontraba en el Santuario de San Cayetano en Ciudad de México. Yo tiño el aserrín con papeletas de diferentes colores. Esta es la segunda oportunidad en la cual creamos un tapete aquí en el Seminario y el proyecto que el año entrante hagamos un concurso de los mejores tapetes”, dijo.