Trump evita confirmar si recibió carta de Maduro

¿PIDE MADURO DIÁLOGO O CONDICIONES PARA IRSE DE VENEZUELA?

Redacción El Comercio de Colorado

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, evitó confirmar este domingo si recibió una carta de Nicolás Maduro, en la que el mandatario venezolano habría propuesto entablar conversaciones directas a través del enviado especial Richard Grenell. “Ya veremos qué pasa con Venezuela”, respondió Trump cuando la prensa lo cuestionó sobre el tema, antes de abordar el avión presidencial rumbo al funeral del activista Charlie Kirk en Arizona.

La respuesta ambigua deja en suspenso el verdadero estado de la comunicación entre Washington y Caracas, en medio de una escalada militar en el Caribe y fuertes acusaciones cruzadas. Según la agencia Reuters, que asegura haber tenido acceso a la carta, Maduro planteó reabrir un canal de diálogo “histórico y pacífico” y rechazó las acusaciones de la Casa Blanca de que Venezuela es un centro del narcotráfico.

¿Grenell o Rubio?

En la misiva, el líder venezolano argumenta que solo el cinco por ciento de la droga colombiana pasa por su territorio y que las fuerzas de seguridad destruyen el setenta por ciento de esa carga. También destacó que los vuelos de deportación de migrantes venezolanos desde Estados Unidos han continuado “sin interrupciones”, presentándolo como un gesto de cooperación. Los analistas coinciden en que la carta busca ganar tiempo y evitar un enfrentamiento abierto en el Caribe.

Durante el tiempo de las operaciones en el Caribe, Estados Unidos ha hundido ya cuatro embarcaciones señaladas de narcotráfico. Expertos consultados por El País y Reuters interpretan que Maduro intenta desplazar del tablero a figuras duras de la política estadounidense, como Marco Rubio, para crear una ruta de negociación menos hostil. Sin embargo, remarcan que el silencio de Trump podría indicar que no existe disposición inmediata para un diálogo.

Ultimátum for Truth Social

Los analistas también indican que Trump prefiere mantener la presión hasta obtener concesiones. La tensión se incrementó un día antes, cuando Trump utilizó su red Truth Social para advertir que Venezuela “pagará un alto precio” si no recibe de inmediato a los “presos” y “personas de instituciones mentales” que, según él, el gobierno de Maduro habría obligado a emigrar hacia Estados Unidos.

En su mensaje, acusó a esos grupos de causar crímenes y muertes en territorio estadounidense, calificándolos de “monstruos”, y terminó con una amenaza en mayúsculas. Este tipo de retórica refuerza la línea dura que ha adoptado su administración en materia migratoria, incluyendo el uso de leyes de tiempos de guerra para acelerar deportaciones de venezolanos acusados de pertenecer al Tren de Aragua, organización catalogada como terrorista.

Van cuatro embarcaciones bombardeadas

La advertencia de Trump llegó apenas horas después de anunciar en la misma red social que el Comando Sur había destruido otra embarcación “afiliada a una organización terrorista” en aguas del Caribe, dando muerte a tres presuntos narcotraficantes. Es la cuarta operación de este tipo desde agosto, una escalada que Caracas considera una provocación y que su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, respondió con maniobras militares en la isla de La Orchila.

Maduro sostiene que estas acciones son parte de un plan de “cambio de régimen” impulsado por Washington. Mientras tanto, en Venezuela la tensión también se vive en las costas. Este sábado 20 de septiembre, cientos de pescadores realizaron un recorrido en peñeros en seis estados del país para denunciar lo que califican como “agresiones” de Estados Unidos. El presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, afirmó que el trabajo de los pescadores está siendo directamente afectado por la presencia de barcos de guerra estadounidenses.

El escenario venezolano combina presión militar, amenazas verbales y, al mismo tiempo, señales de que Maduro estaría buscando una salida negociada. La carta filtrada podría abrir una vía de diálogo, pero por ahora la Casa Blanca mantiene el suspenso, dejando abierta la posibilidad de que las próximas semanas definan si la crisis escala o si se abre un canal diplomático real entre Caracas y Washington.