Persiste caos en la frontera por concentración de venezolanos

CAMPAMENTO IMPROVISADO| Venezolanos esperan que se suspenda aplicación del Título 42. (Foto/Morgan Smith-El Comercio de Colorado)

SEGUNDA CRÓNICA DE NUESTRA VISITA A JUÁREZ

Morgan Smith/ El Comercio de Colorado

Ya se pueden contar por millares los venezolanos atrapados en el lado de Juárez de la frontera entre Estados Unidos y México. Estas personas se encuentran allí debido a que el gobierno federal volvió a aplicar el Título 42. Me refiero a la regla de salud que invocó la administración Biden a principios de octubre.

Estos venezolanos saben que, si cruzan a Estados Unidos para pedir asilo, serán detenidos y luego deportados. Esa deportación quizás vaya a tener lugar desde otro punto de cruce como por ejemplo desde el área de San Diego. Eso sería desastroso para cada uno de ellos el enfrentar esa deportación. Pero, intentar volver a Venezuela también sería desastroso.

Los migrantes no tienen más remedio que esperar en lugares como esa ciudad improvisada de tiendas de campaña que han construido del lado mexicano frente a Chihuahuita. En mi primera visita del 28 de octubre, yo ví unas cuantas tiendas de campaña que podrían haber albergado no más de 400 personas. Dos cosas han sucedido desde entonces.

¿Qué ha cambiado?

El 31 de octubre hubo una protesta que implicó cruzar al lado estadounidense donde hubo un enfrentamiento con la Patrulla Fronteriza. Puedo entender la frustración de los venezolanos, pero su difícil situación no es culpa de la Patrulla Fronteriza y la confrontación resultante fue simplemente mala publicidad para ellos.

Por eso fui a Juárez el jueves 3 de noviembre. Ese fue mi segundo viaje en menos de una semana. ¿Qué ha cambiado? Primero, hay muchas más personas. Varias personas estimaron por sobre las mil quinientas. En segundo lugar, un pequeño grupo de soldados mexicanos estaba allí, pero no creo que fueran necesarios. Los migrantes estaban tranquilos.

Un grupo del Hogar de Niños Ríos de Misericordia estaba proporcionando bandejas de comida caliente para este gran grupo. Pero, como era de esperarse, desafortunadamente se acabaron antes de que todos pudieran ser atendidos. No vi ningún baño. Y los que están acampados allí no tienen equipo de cocina para poder cocinar sus propias comidas.

Persiste caos en la frontera por concentración de venezolanos

Sin baños públicos

Les llevé bolsas de frijoles, pero no tenían como usarlos así que se los di a la organizacion que les estaba distribuyendo comida. El jueves 3 de noviembre fue un hermoso día: sol y temperatura debajo de los 60 grados. Pero, pensaba yo en ese momento que se acerca el invierno. Pronto habrá lluvia, nieve, o mucho frío. Vivir en estas tiendas será insoportable.

Todos con los que hablé esperaban la derogación del Título 42 una vez que terminen nuestras elecciones del 8 de noviembre. ¿Ocurrirá esto? ¿Qué pasa si no es así? Hay presión para persuadir a estos venezolanos para que se trasladen a los albergues. Tal vez por eso no vi allí presencia ni apoyo de la Iglesia Católica. Tampoco vi funcionarios del gobierno.

¿Por qué nadie había hecho el simple gesto de traer baños portátiles? ¿Habría suficiente espacio en los albergues para todos estos migrantes? La mayoría de los estadounidenses no ve esta situación. Hay que verlo para apreciar la miseria que se les está imponiendo a estos migrantes.

Desenlace trágico

Solo pensemos que esta ciudad de carpas sigue creciendo mientras el clima del invierno se impone. Al mismo tiempo, supongamos que el Título 42 no se revoca después de las elecciones de medio término y que los funcionarios del lado mexicano no manejan mejor esta situación. Yo anticipo un final trágico. Nuestros dos países les están fallando a estos migrantes.