PARA EL PRIMERO DE DICIEMBRE
Redacción El Comercio de Colorado
La líder opositora venezolana María Corina Machado anunció una “enorme protesta” para el 1 de diciembre dentro y fuera de Venezuela. Machado busca movilizar a los ciudadanos y atraer la atención internacional hacia lo que califica como “fraude” en las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las que asegura que el candidato opositor Edmundo González Urrutia fue el verdadero ganador, con el respaldo del 83,5 % de las actas según la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
“La recta final está aquí. Todo el mundo sabe lo que ocurrió el 28 de julio y lo que ocurrirá: Venezuela será libre. Este es el momento de actuar”, declaró Machado en un encuentro digital con activistas internacionales. La dirigente enfatizó que “nadie pasará la página” y que las acciones de la oposición serán “firmes y determinantes” para forzar una negociación con el Gobierno de Nicolás Maduro.
Apoyo a presos y víctimas de represión
Machado hizo un llamado a ser la voz de los “presos y perseguidos”, en referencia a las más de 2,400 detenciones registradas en las protestas poselectorales. La opositora subrayó que este 1 de diciembre será una fecha “única e inédita”, con el objetivo de que el mundo se enfoque en la lucha de un país que busca avanzar hacia la democracia.
En paralelo, el ministro de Interior, Diosdado Cabello, denunció un supuesto plan de desestabilización liderado por sectores opositores, vinculando a Machado con la operación llamada “No a la Navidad”. Según Cabello, esta trama incluye empresarios, jueces, fiscales y militares retirados que buscaban entregar armas para generar caos.
Además, mencionó allanamientos en empresas relacionadas con los señalados, aunque evitó dar detalles adicionales. Analistas de seguridad del país aseguran que ese fue el anuncio encubierto de las acciones de represión que prepara el gobierno de Maduro del cual Cabellos es el ministro de relaciones interiores.
Escenario internacional
El llamado de Machado coincide con un contexto donde líderes internacionales observan con atención los eventos en Venezuela. Mientras la oposición sigue denunciando irregularidades en el proceso electoral, el régimen de Maduro refuerza su narrativa sobre conspiraciones internas y externas para desestabilizar su gobierno.
La protesta del 1 de diciembre se perfila como un momento crucial para medir la capacidad de movilización de la oposición y conseguir apoyos de comunidades y gobiernos en diversas partes del mundo. La respuesta del régimen frente a las crecientes tensiones políticas y sociales en el país va a ser mayor represión y castigo para los líderes opositores.
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