La comida sigue subiendo, ¿Qué hago? - El Comercio de Colorado

María Marín

Así me siento agradecida cada vez que voy al supermercado y puedo llenar mi carrito con proteínas, frutas, y vegetales. Los precios altos llegaron para quedarse por lo tanto comer saludable se ha vuelto un lujo para muchos. Las personas tienen que estirar su dinerito. Llevarse un paquete de naranjas o papas a casa, ya es imposible para muchos.

También ha subido la preocupación por la salud. Según un reciente estudio, el 50 por ciento de los hispanos en Estados Unidos asegura que los precios elevados son su principal barrera para acceder a una alimentación sana. Antes de esta inflación la cifra de latinos con diabetes, sobrepeso, presión alta, colesterol alto y otras afecciones cardiacas era muy alarmante.

Imagínense la cantidad de personas que se van a enfermar ahora. Si eres de los que compra alimentos ultra procesados, altos en grasa, sodio y azúcar pensando que es tu única opción para sobrevivir, aprende a cómo modificar tus compras.

Prueba los congelados

Son más económicos que los frescos. Le podrás sacar mejor provecho a las frutas y vegetales congelados porque no se dañan tan rápido como los frescos. Lo mejor de todo es que mantienen todo su valor nutricional a la hora de ser empacados.

Olvídate de los frijoles enlatados

Las habichuelas o frijoles secos son más ricos en valor nutricional y no contienen el sodio asociado a los enlatados. Al ser un alimento tan alto en proteína, fibra e hierro puede ser una sustitución para la carne. Ablanda todo el paquete de frijoles secos y congélalos en porciones para facilitar tu tiempo en la cocina.

Escribe todo

Cuando planificas el menú semanal puedes sacar mejor provecho de la comida, incluyendo los sobrantes. Usa el pollo restante el próximo día en unas quesadillas o en una sopa. No te olvides de hacer una lista de compras, basándote en los ingredientes que tienes en tu despensa y en la cual jamás te debe faltar la mantequilla de maní,.

La inflación seguirá y el bolsillo dolerá, pero jamás descuides tu alimentación. La salud no tiene precio.