Fallece adolescente tras cirugía estética clandestina en Durango

PADRE EXIGE JUSTICIA ANTE POSIBLE NEGLIGENCIA MÉDICA  

Redacción El Comercio de Colorado

La muerte de Paloma Nicole Arellano, de 14 años, ha generado conmoción en Durango y en todo México. La adolescente falleció el 20 de septiembre tras complicaciones derivadas de una cirugía estética que incluyó aumento de busto, liposucción y transferencia de grasa a los glúteos. El procedimiento fue realizado el 12 de septiembre por el cirujano Víctor Manuel Rosales Galindo, quien según denuncias es pareja de la madre de la menor.

El padre, Carlos Arellano, acusa que nunca fue informado ni dio su consentimiento para la cirugía y que incluso fue engañado sobre el estado de salud de su hija. Relata que le dijeron que Paloma tenía Covid-19 y que se irían a la sierra para su recuperación, sin señal telefónica. Solo le avisaron cuando su hija ya estaba hospitalizada y en estado crítico. En el funeral descubrió que la menor llevaba implantes y un corpiño quirúrgico.

Sin consentimiento del padre

Al conocer ese hecho, Arrellano exigió una investigación a fondo. La fiscalía general de Durango abrió una carpeta de investigación por posible homicidio culposo y negligencia médica. La fiscal Sonia Yadira de la Garza informó que se revisan las condiciones en que se realizó la cirugía, la actuación del médico y la responsabilidad de la madre por omisión de cuidados. Autoridades sanitarias confirmaron que la clínica contaba con permisos.

Sin embargo, analizan si hubo fallas en los cuidados postoperatorios y en la atención de emergencia. El caso ha desatado un intenso debate social sobre las cirugías estéticas en menores de edad y sobre el consentimiento que debe existir para someterlos a procedimientos de alto riesgo. Diversas voces han pedido legislar para que sea obligatorio el consentimiento de ambos padres y para reforzar la supervisión de las clínicas que ofrecen estas operaciones.

Acta de defunción ocultó causa del fallecimiento

El padre de Paloma Nicole también denunció irregularidades en el acta de defunción, firmada de manera apresurada, donde la causa de muerte fue registrada como una enfermedad. Afirma que este documento oculta la realidad de lo ocurrido y que la necropsia debe revelar la verdadera causa del fallecimiento. Su exigencia de justicia busca evitar la impunidad y que otras familias pasen por el mismo dolor.