Conozca el balón adelgazante que se ingiere

PROCEDIMIENTO SIN CIRUGÍA| Miembro del equipo médico y nutricional sostiene el balón ingerible en su mano. (Fotos/EFE)

EL DISPOSITIVO SE DISUELVE Y ES ABSORVIDO POR EL ORGANISMO

Ricardo Segura/ Agencia Efe

El procedimiento médico del balón gástrico o intragástrico, consiste en colocar en el estómago un balón de silicona flexible que a continuación se rellena con una solución líquida salina, con el objetivo de promover la pérdida de peso. La colocación temporal de este balón dentro del estómago produce una limitación en la capacidad estomacal de la persona, determinando que ingiera una menor cantidad de comida que lo habitual y se sienta llena con mayor rapidez.

Este balón se ha convertido en un tratamiento habitual para la obesidad y el sobrepeso. El procedimiento ha sido útil para personas que buscan una reducción de peso considerable en poco tiempo y han intentado sin éxito adelgazar modificando sus hábitos alimenticios, siguiendo dietas y haciendo ejercicio o que han recuperado rápidamente el peso tras haberlo perdido. Se lo considera un dispositivo eficaz y seguro.

Quienes lo vayan a usar deben pasar proceso de selección que le permite al médico determinar si el procedimiento será beneficioso para ese paciente. Los modelos disponibles se introducen en el estómago y se retiran mediante un procedimiento quirúrgico que se acompaña de sedación e incluye el uso de un endoscopio, un instrumento delgado con forma de tubo que se introduce a través de la boca y permite examinar visualmente el interior del estómago.

Colocación sin endoscopia

A este sistema, que se viene practicando desde hace décadas, se ha sumado hace poco una nueva opción, con la llegada de un balón que se ingiere, sin necesidad de administrarle al paciente medicamentos que lo pongan en un estado de calma, relajación o somnolencia, ni someterlo al procedimiento endoscópico. El balón ingerible ha sido utilizado por más de 70.000 pacientes de todo el mundo, desde su lanzamiento en 2017.

El dispositivo va acompañado de asesoramiento nutricional personalizado. “Ambas estrategias trabajan para que la persona pierda peso comiendo de forma saludable y su aparato digestivo alcance la sensación de saciedad ingiriendo porciones más pequeñas de comida, según sus creadores. El balón gástrico se ingiere, llegando a la cavidad estomacal de manera natural, a través de la boca, la garganta y el esófago, como sucede con los alimentos.

Como una toronja o pomelo

Es una cápsula del tamaño aproximado de una aceituna. Después de alojarse en el estómago, es llenada a través de una sonda con una solución líquida, mayoritariamente agua. Ese procedimiento toma alrededor de 15 minutos, y no más de media hora, siendo controlado por medio de dos radiografías. Una vez concluido el procedimiento el dispositivo toma el tamaño de una toronja, o pomelo.

El balón, fabricado con una película de poliuretano más fina y flexible que los balones gástricos de silicona, se pliega en una cápsula vegetal soluble en agua y se ingiere y pasa por el tracto digestivo, con la asistencia de un médico, en una sala de rayos X. La cápsula se disuelve, el balón se despliega en el estómago y el médico llena el globo, a través de un fino catéter, con 550 mililitros de solución salina.

Este balón para fomentar la pérdida de peso no requiere endoscopia ni cirugía para colocarlo ni extraerlo. Después de terminado el tratamiento se degrada, se vacía su contenido líquido y el cuerpo lo elimina de forma natural y sin dolor. El balón ingerible facilita la pérdida de peso al aumentar la sensación de saciedad y reducir la capacidad del estómago.

Cambiar los hábitos

Durante el tratamiento los pacientes pierden en promedio entre un 10 y un 15 por ciento de su peso total. Hasta el 95 por ciento de la pérdida de peso se mantiene un año después de eliminarse el balón, señala. Cada paciente va a recibir un seguimiento nutricional, adaptado y personalizado. Cada paciente estará guiado por una nutricionista que le da indicaciones sobre cómo tiene que tomar los alimentos y en qué orden, aseguran los expertos de Allurion.

El programa incorpora una “app” para dispositivo móvil. También los pacientes reciben una balanza y un reloj que monitorizan el peso, actividad física y sueño del paciente, y funciona en conexión y sincronización con dicha “app’” desde la cual se trasmite la información recogida al equipo médico, para que efectúe un seguimiento continuo de la evolución de la persona.

El programa ayuda al paciente a cambiar sus hábitos y conseguir resultados definitivos.

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ENTRENAMIENTO | Los pacientes modifican los hábitos alimenticios y practican ejercicio para eliminar la obesidad.

“Tener el balón en el estómago contribuye a reducir la ingesta de alimentos, disminuye el hambre y los antojos y ayuda a sentirse lleno durante más tiempo. Una vez que el balón se elimine del cuerpo de forma natural, la persona habrá desarrollado nuevas preferencias alimentarias y comerá raciones más pequeñas”, recalca el contenido que comparte el equipo científico que desarrolló el dispositivo.