Biden logra su plan de infraestructura

FIRMA LEY DE INFRAESTRUCTURA| Biden se rodeó de legisladores demócratas y republicanos.(Foto/EFE)

CON APOYO DEMÓCRATA Y REPUBLICANO

Susana Samhan/ Agencia Efe

El presidente Joe Biden firmó un histórico plan de infraestructuras, por valor de 1,2 billones de dólares. El plan permitirá la mayor modernización del país en más de una década y supone una victoria para el mandatario a la hora de materializar su agenda económica. Biden esperó diez días para estampar su rúbrica en la ley después de que fuera aprobada definitivamente.

Para celebrar la firma, Biden se rodeó de legisladores demócratas y republicanos. Al acto también asistieron gobernadores, alcaldes y de líderes sindicales. El mandatario se presentó pletórico en la ceremonia en el jardín de la Casa Blanca, donde unas 800 personas presenciaron un discurso en el que Biden bromeó en varias ocasiones.

Antes de la firma, el mandatario auguró que la ley “modernizará los puertos, los aeropuertos, el ferrocarril de mercancías… para facilitar que las compañías lleven bienes al mercado y reducir los atascos en la cadena de suministros”. Agregó que ayudará también a crear una mayor “resiliencia” frente a la sequía, los incendios y los huracanes.

Para derrotar a China

El presidente aseguró que el plan “no deja a nadie atrás”. Biden afirmó que supone un “punto de inflexión a la hora de competir con China. Nos estamos actualizando. Nuestra infraestructura solía ser la mejor del mundo Por ejemplo, gracias a esta ley el próximo año será el primero en 20 años que la inversión en infraestructuras de EE.UU. crecerá más rápido que la de China”.

La ley contempla 550.000 millones de dólares en nuevas inversiones en infraestructuras en los próximos 5 años. Además se invertirán 65.000 millones de dólares para mejorar la banda ancha y 7.500 millones dólares para crear una red de estaciones de recarga de coches eléctricos, entre otras partidas.

Con apoyo republicano

La Cámara Baja aprobó el proyecto el pasado 5 de noviembre con 228 votos a favor y 206 en contra. Unos 13 republicanos apoyaron la legislación junto a los demócratas, que controlan este hemiciclo. Esa votación puso punto final a meses de negociaciones entre los legisladores, después de que fuera aprobada en agosto en el Senado.

Pese a que la Casa Blanca la está publicitando como ley bipartidista, el plan ha suscitado profundas divisiones en Washington, donde los 13 republicanos que votaron a favor del paquete han tenido que hacer frente a la ira de un sector de su partido e incluso a amenazas de muerte.

En sus palabras, Biden subrayó, no obstante, que esta ley es “prueba” de que ambos partidos, el Demócrata y el Republicano, pueden lograr resultados cuando trabajan juntos. “Podemos tener resultados reales para la gente real y estamos dando un paso monumental hacia adelante para reconstruir mejor como nación”, remarcó el mandatario.

Áreas de inversión

A grandes rasgos la legislación contempla 312.000 millones de dólares para remozar la red de transportes, con 109.000 millones de dólares para carreteras y puentes, 66.000 millones dólares para ferrocarriles de pasajeros y de mercancías, 25.000 millones de dólares para aeropuertos, y 15.000 millones de dólares para vehículos y autobuses eléctricos.

Asimismo, la nueva ley de infraestructura recoge 260.000 millones de dólares en lo que denomina otras infraestructuras, con 65.000 millones para afrontar las lagunas en la banda ancha, otros 73.000 millones de dólares para renovar la red eléctrica y 55.000 millones de dólares para saneamientos.

Biden logra su plan de infraestructura

Momento histórico

Biden consideró que “me postulé a presidente creyendo que ya era hora de reconstruir la espina dorsal de esta nación que caracterizo como gente trabajadora de la clase media”. Esas personas “son quienes construyen el país, y para reconstruir la economía desde abajo y desde el centro afuera, esta ley crea mejores trabajos para millones de estadounidenses”, dijo.

La Casa Blanca anunció la creación de un grupo de trabajo especial para supervisar cómo se gastan los fondos de este programa. Entre las misiones de ese grupo figuran el gasto “eficiente” de los fondos públicos para aumentar la competitividad de EE.UU. y crear puestos con buenos salarios para millones de estadounidenses, coordinándose con gobiernos locales.

Los senadores Kyrsten Sinema (demócrata) y Rob Portman (republicano) fueron los dos principales negociadores del paquete. Tras sacar adelante esta ley, el siguiente reto para Biden será aprobar su plan de gasto social de 1,75 billones de dólares, que los demócratas quieren sacar adelante en el Senado, sin el apoyo de los republicanos.